Hoy hablamos con …. María García Celemín

María García Celemín, responsable de Recepción de ANIMSA
“En ANIMSA he vivido muchos buenos momentos»
Durante más tres décadas María ha sido la voz de ANIMSA, el enlace con clientes y proveedores. En sus últimos días de trabajo, repasamos con ella la evolución de la que ha sido su segunda casa durante tantos años.
¿Cómo recuerda sus inicios en ANIMSA?
Con nostalgia. Me contrataron en 1989 para ocuparme de la secretaría de las Jornadas Informáticas de la Administración Local (JIAD), después enlacé con una sustitución de una compañera y hasta hoy. Han sido muchos años de alegrías, miedos, expectativas, agobios…
¿Cómo ha evolucionado la empresa en estos años?
La empresa ha crecido mucho: entonces éramos unas 30 personas y ahora somos más de 120. Y también han cambiado las tareas que realizamos, ya que al principio ANIMSA comenzó mecanizando los principales procesos de las entidades locales, para pasar después a proveerles de herramientas para la gestión de los servicios y la digitalización municipales. Ha habido cambios ligados al devenir político, momentos convulsos, pero yo siempre me quedo con lo bueno.
Y su puesto, ¿ha cambiado también?
Mucho, han dotado a Recepción de muchas funciones nuevas, pero, sobre todo, ha cambiado el número de entidades a las que atendemos: de 14 entidades se ha pasado a más de 200.
¿Cuáles son las llamas más frecuentes?
Las más comunes son llamadas de clientes por temas de mantenimiento, incidencias, consultas… Existen teléfonos de atención directa a usuarios, pero en ocasiones llaman al teléfono general. También recibo llamadas referentes a formación, a compras de material, llamadas de proveedores, etc.
¿Cómo ha sido el trato con las entidades locales navarras?
Ha sido un trato cordial y amable. En temas informáticos todo es urgente y para ayer. Yo les entiendo, pero hay que seguir un orden y he tratado de hacérselo comprender. En general el trato ha sido amable.
¿Y el ambiente con sus compañeras y compañeros?
Yo creo que me he llevado bien con todos, si bien con algunas personas he tenido más contacto que con otras. Aquí he hecho amistades y conocí a mi marido, Luis Gárate. Ahora que me voy, estoy sintiendo que me aprecian, me siento abrumada.
¿Qué va a echar de menos de su trabajo?
Claro, a muchas compañeras y compañeros que me han ayudado mucho (yo siempre he tenido el apoyo del personal técnico) y con las que he vivido muchos momentos buenos. Eso sí, madrugar no lo voy a echar de menos.
¿A qué se va a dedicar ahora?
De momento, no tengo nada previsto. Tendré que hablarlo con mi compañero y veremos en qué nos aventuramos. Al principio, tendré que acostumbrarme a la nueva situación. Después sí me gustaría hacer algún viajecito cerca.
¿Qué consejos daría a las nuevas generaciones que acceden ahora a ANIMSA?
No me atrevo a aconsejar a nadie y menos a estas nuevas generaciones tan preparadas. Les diría que sean auténticas, que procuren lo mejor para todas las personas y que aprovechen la experiencia del equipo de profesionales de ANIMSA para aprender.