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Hoy hablamos con… Ana Hueso Pérez

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Ana Hueso Pérez, directora del Archivo de Pamplona de 2011 a 2023

“La digitalización ha supuesto abrir las puertas del Archivo a la ciudadanía”

En sus casi cuatro décadas de trabajo en el Archivo Municipal de Pamplona, los últimos 13 como directora, Ana Hueso Pérez  ha vivido la transformación tecnológica de este servicio. Ahora esta jienense se jubila, pero seguirá ligada al mundo de los archivos a través de la Asociación de Archiveros de Navarra.

¿En qué consiste la labor de los profesionales de un archivo?
Nuestro trabajo consiste en gestionar adecuadamente los documentos que produce y recibe una entidad en el ejercicio de sus funciones a lo largo de todo su ciclo vital, desde que se crean hasta que llegan a tener la condición de históricos. Nos ocupamos de organizarlos y conservarlos para que sean accesibles, con la metodología y técnicas propias de la ciencia archivística, con independencia de su soporte, que ha ido cambiando a lo largo del tiempo: desde el pergamino hasta el soporte electrónico, pasando por el papel en el caso de los documentos textuales o las placas de vidrio y los soportes plásticos por citar algunos, en el caso de documentos fotográficos, pero nuestra función es la misma.

Con la informática ha cambiado mucho la labor de archivo, ¿cómo les ha afectado este cambio?
Desde el Archivo hemos sido proactivos al cambio porque hemos sido muy conscientes de que la transformación de los soportes de los documentos de una entidad pública como la nuestra, que son testimonio del ejercicio de sus funciones, con sus valores –administrativo, legal e histórico–, nos exigían ampliar nuestro conocimiento y nuestra formación para hacer frente a los nuevos retos. En mi caso me he llevado fenomenal con la tecnología. Con todo, lo que entendemos hoy por digitalización –algo más complejo que una simple conversión de soportes analógicos– es un cambio costoso en tiempo y también en recursos económicos y humanos. No siempre se ha entendido que en la gestión documental, también en soporte digital, el Servicio de Archivo tenía que estar presente desde el principio del proceso. Es a partir de 2007, cuando la Ley Foral de Archivos y Documentos de Navarra estipula la obligatoriedad para las entidades locales navarras de más de 15.000 habitantes de disponer de un sistema archivístico propio, dirigido por su archivo, cuya dirección administrativa y técnica corresponde al archivero municipal, quien deberá estar en posesión de titulación universitaria superior. El resto de las entidades locales cuenta con la asistencia del Servicio de Archivos del Gobierno de Navarra.
Además, la Ley Foral 5/2018 de 17 de mayo de Transparencia, Acceso a la información pública y Gobierno abierto establece que las administraciones públicas deben adoptar las medidas organizativas necesarias para garantizar el cumplimiento del derecho de acceso a la información pública. Por eso, es muy importante describir bien los documentos con criterios archivísticos, los metadatos, para que tengamos un archivo digital con documentos accesibles. La indexación de la información con la ayuda del equipo de ANIMSA es esencial.

¿Qué parte del Archivo se encuentra digitalizada?
El ritmo de digitalización de las distintas secciones ha sido diferente. Si nos referimos a los fondos históricos –el documento más antiguo data de 1129–, está digitalizada la colección de documentos medievales, la serie de actas municipales desde 1556 y otros documentos de interés que se han ido digitalizando a demanda de personal investigador. También se ha digitalizado el Fondo de Pablo Sarasate. Todos ellos se pueden consultar en el Archivo, ubicado en el Seminario Viejo de San Juan. En Internet están disponibles el catálogo de la biblioteca auxiliar, la hemeroteca histórica y la fototeca, de la hay accesibles on line unas 20.000 imágenes. La previsión es que todo pase a la red. Todavía queda mucho trabajo por organizar, digitalizar y difundir; son necesarios más recursos.

¿Qué ha supuesto la digitalización para la difusión del archivo?
Ha supuesto abrir las puertas a la ciudadanía. La IP del Archivo ha llegado a tener cerca de 250.000 accesos en un mes en la pandemia. Considero que es el área más consultada del Ayuntamiento. La ciudadanía demanda más difusión y se trabaja para que así sea. El Archivo no puede estar mediatizado porque no tengamos espacio en las estanterías o bytes suficientes.

¿Qué papel juega ANIMSA para el Archivo?
Es totalmente necesaria, forman nuestro departamento tecnológico, un pilar fundamental en el proceso de transformación digital. La gestión documental ha sido siempre una labor interdisciplinar y ahora debe serlo más que nunca, con intervención de personal técnico del Archivo, juristas y profesionales informáticos. El Archivo Municipal es un departamento transversal del Ayuntamiento, que bajo mi criterio debería estar también en el comité TIC.

¿Qué documentos son los que más interés despiertan en la ciudadanía?
El personal investigador se interesa por los documentos históricos y la ciudanía en general consulta mucho la fototeca, la hemeroteca y la serie de licencias de construcción. Esta última serie documental se conserva desde el siglo XVIII y es muy consultada para remodelar los edificios.
Por otra parte, el Fondo de Sarasate es muy consultado, especialmente por personas extrajeras. Los violinstas que participaban en el concurso Pablo Sarasate o por distintas causas visitan la ciudad vibran al leer las partituras originales. Además, la fototeca de este Fondo contien un elenco de personalidades de todos los ámbitos del siglo XIX europeas y americanas impresionante, además de ser fuente para la historia de la fotografía por la cantidad de estudios y firmas de fotógrafos que contiene.

En estos años, ¿qué documento le ha llamado más la atención de los que se guardan en el Archivo?
Difícil contestar. Es como si le preguntas a una madre a qué hijo quiere más. Los documentos son únicos y cada uno tiene valor en su contexto. Yo destacaría el Privilegio de la Unión, puesto que es el fundamento organizativo de la ciudad contemporánea, el documento por el que se ha regido Pamplona desde 1423 hasta 1841. En general, los documentos medievales me fascinan, pero también los actuales.

¿A qué retos se enfrenta actualmente el archivo?
Se debe seguir trabajando para lograr el archivo electrónico único, así como una gestión documental centralizada y sistematizada que se rija por criterios técnicos archivísticos. Se debe cumplir el Plan Director del Documento Electrónico, se tiene que actualizar la Ordenanza de Administración Electrónica y aprobarse un reglamento para el Archivo. Se está trabajando en una nueva Ley de archivos y documentos de Navarra que será una ley puntera en España y a habrá que adaptarse a ella.

Una vez jubilada, ¿sigue entonces ligada al mundo de los archivos?
Sigo en la Asociación de Archiveros de Navarra, de la que soy socia y miembro fundadora. Tambíén asesoro a personas y entidades que se interesan por la gestión de sus documentos, siempre de forma voluntaria.

 

Web del Archivo Municipal de Pamplona: https://www.pamplona.es/archivomunicipal