Hoy hablamos con…
Jesús Estanga, responsable del proyecto de Control de Accesos de Vehículos al Casco Antiguo de Pamplona.
El control de acceso de vehículos al Casco Antiguo de Pamplona es uno de los pilares fundamentales dentro del Plan de Amabilización de la Ciudad. ¿Cómo se aborda un proyecto de esta envergadura, que implica cambios tan importantes en los hábitos de la ciudadanía?
El proyecto comenzó en 2015, y abarca tanto la Zona del Ensanche, que “únicamente” requiere una reorganización del tráfico, como el Casco Antiguo, donde necesitábamos que, entre otros aspectos, se regulase quién accede a la zona, cuándo accede, cuánto tiempo permanece, en qué horarios… Esto implicaba que debíamos tener una base de datos muy completa de los usuarios, pero que además dentro de esta se debían poder definir grupos, horarios, perfiles, puertas de entrada, etc.
A nivel político, el proyecto se presentó en 2015 y a partir de ahí se le dio forma a través de los diferentes procesos participativos: Lo viejo se Mueve, con los vecinos en Condestable, Observatorio del peatón y la bicicleta, en la Junta de Movilidad, etc. Una vez finalizado este proceso, llegó el momento de buscar una herramienta informática que posibilitase llevar a cabo el proyecto.
¿Cuáles fueron los principales requisitos que solicitasteis a ANIMSA?
Como comentaba, la aplicación informática debía ser capaz de guardar una gran cantidad de datos, pero además, debía permitir que cualquier cudadano, de manera sencilla, (y esto es fundamental), pudiera realizar el trámite a través de la página web municipal.
Uno de los miedos que teníamos, porque lo habíamos visto en otras ciudades con sistemas similares, era que la ciudadanía no utilizara la vía telemática. Sin embargo, ha sido todo lo contrario, la práctica totalidad de los usuarios se han dado de alta vía web y las instancias en papel han sido algo residual.
Teniendo en cuenta que teníais que trabajar simultáneamente tanto la parte de la gestión interna como la externa, (el trámite web). ¿Cómo fue el proceso de implantación del proyecto?
En mi opinión, las reuniones de trabajo con ANIMSA han sido especialmente ágiles y efectivas. En la primera, además de la puesta común del proyecto, realizamos una valoración del mismo. A partir de ahí, prácticamente lo que hemos hecho ha sido realizar ajustes.
Efectivamente, se trata de una aplicación con una doble vertiente. Por un lado, la del usuario. Actualmente hay más 8.000 usuarios dados de alta con casuísticas muy diferentes. Por otro, la gestión interna de los datos, que debe estar automatizada.
En la práctica significa que cuando un usuario realiza una solicitud, se van marcando automáticamente todas las comprobaciones necesarias para gestionar la petición, padrón, IAE, propiedad de los vehículos… Además, la propia herramienta en caso de que se produzca alguna valoración negativa, nos indica cuál es el motivo de la denegación.
¿Cuáles han sido las principales dificultades a las que os habéis enfrentado y cómo las habéis ido solventando?
El éxito de cualquier aplicación está en que la herramienta trabaje más que las personas. Es decir, que las comprobaciones sean automáticas y que los procesos sean ágiles.
Este es un proyecto vivo, al que se le han añadido, y seguramente se le añadirán, opciones. En este sentido, es importante destacar que ANIMSA no nos ha dejado la herramienta implantada y nos han “abandonado”. Desde el comienzo del proyecto, se han ido adaptando a las necesidades que han aparecido. Tengo claro, que si la comunicación con ANIMSA no hubiera sido tan fluida, tanto con Ana Goyena, como con Íñigo de Diego y Alberto Martínez hubiéramos tenido muchos más problemas.
El control de accesos de vehículos al Casco Antiguo de Pamplona es un proyecto que afecta prácticamente a la totalidad de la ciudadanía. ¿Cómo se consigue llegar a toda ella?
Desde el área del Gobierno Transparente se realizó una campaña de comunicación muy importante en la que se explicaba y fomentaba el uso de la tramitación web. Prueba de que ha funcionado es que hemos tenido una avalancha de solicitudes informáticas.
Por otro lado, en la calle Descalzos se abrió una oficina para asesorar de forma presencial. Lo fundamental en este tipo de proyectos es llegar a la gente y, en general, este objetivo lo hemos conseguido. Para ello, también hemos contado con la ayuda de ANIMSA. Me gustaría destacar labor de Mari Carmen Galarza en la formación y el asesoramiento y el trabajo del servicio 010, en la atención telefónica a la ciudadanía.
En este momento que ya han pasado unos meses, ¿qué valoración realizáis de los resultados y cuáles son los siguientes retos que os planteáis?
Las estadísticas y las cifras demuestran que se están consiguiendo los objetivos del proyecto. De los 13.000 vehículos que entraban diariamente antes del control de accesos, ahora lo hacen aproximadamente unos 6000. Una reducción muy importante en apenas 3 meses.
Respecto a próximos pasos, nos gustaría unir la tramitación de accesos con la tramitación de sanciones. De forma que en un único paso, se exporte automáticamente a un sistema de generación de propuestas de sanción, se puedan adjuntar pruebas gráficas, etc.
Además, también nos gustaría incidir en el aspecto visual del trámite web, para que sea más agradable y usable.