Hasta siempre, Mikel

El pasado 23 de marzo falleció Mikel Irigoyen, pilar clave de nuestro equipo, cuya pasión y compromiso han contribuido a construir la ANIMSA que en breve cumplirá cuatro décadas. Él estuvo aquí casi desde los inicios. Se incorporó a la empresa en abril de 1987 cuando el proyecto de crear una empresa pública de servicios informáticos municipales navarros apenas había dado sus primeros pasos. Tras unos primeros años como programador de aplicaciones para diferentes entidades locales navarras, desarrolló el resto de su carrera en el Departamento de Sistemas, cuya jefatura ejerció desde 2016 hasta la actualidad.
Como responsable de la gestión de sistemas informáticos de Pamplona, llevó a cabo la actualización, redimensionamiento y modernización de sus infraestructuras. Fue pionero e innovador en muchos aspectos, ya fuera creando las primeras redes locales de ordenadores en consistorios navarros los primeros años o, más recientemente, implantando las medidas de ciberseguridad que hicieron posible la certificación de Pamplona en el Esquema Nacional de Seguridad.
Siempre fue hábil para hacer fácil lo difícil. Con trabajo, humildad y dedicación, llevó adelante innumerables proyectos. Se caracterizaba por ser una persona práctica, cargada de sentido común, que en la complejidad de la Administración Pública supo encontrar siempre el camino más sencillo y las soluciones más adecuadas en cada momento. Valiente a la hora de asumir retos, no se limitaba a salir del paso y afrontaba nuevos desafíos si creía que con ellos se daba mejor servicio a las entidades locales y por ende a la ciudadanía. Una actitud emprendedora que, lejos del ámbito de la informática, le llevó a regentar La Bocata, una de las primeras pizzerías de Pamplona ubicada, cómo no, en su querido barrio de San Juan.
De trato cercano y directo, Mikel tenía una habilidad especial para las relaciones sociales y la gestión de equipos haciendo honor a su título de capitán de barco. Era familiar, sabía cuidar sus amistades y también en su trabajo estaba disponible siempre para echar una mano. Le enredábamos porque él se dejaba enredar, como bien sabíamos sus compañeros y compañeras, quienes junto a él formaron parte del Comité de Empresa y el personal técnico y político del Ayuntamiento de Pamplona que lo ha tratado en todos estos años. Una generosidad que le llevó también a presidir la A.D San Juan y a colaborar con Aedona y Acedyr.
Más allá de su gran valía profesional, hoy recordamos a Mikel por esa cercanía y generosidad. Gracias, por tanto, Mikel, y hasta siempre. Te has ido demasiado pronto!!