¿Demasiadas contraseñas? Quizá, pero todas ellas son necesarias
Hoy en día, el método más habitual para acceder a la información de nuestros ordenadores, al correo electrónico y/o a otros servicios telemáticos es mediante una contraseña. La contraseña es una información secreta que se nos solicita para acceder a algún tipo de recurso y que sólo debe conocer su propietario. La pregunta es, ¿tenemos demasiadas contraseñas? Quizá, pero recordemos que las contraseñas no son un capricho sino un método para evitar el acceso inadecuado a nuestros servicios, contenidos etc.
Posiblemente, debido tanto al número de contraseñas que debemos recordar, como a la caducidad de las mismas, puedan surgir dudas de qué contraseña es la válida para qué servicio. No es lo misma la contraseña para iniciar sesión en el puesto de trabajo, que la contraseña del correo electrónico, que la contraseña para acceder a servicios publicados en la red SARA, que la contraseña de banca electrónica…Por lo que desde ANIMSA, recomendamos invertir un poco de tiempo y esfuerzo en generar, recordar y diferenciar la contraseña de cada uno de los servicios. Asimismo, también recordamos la necesidad de realizar periódicamente un cambio en la contraseña. De forma que si un usuario malintencionado consiguiera apoderarse de esta, se le complique el acceso a nuestra a información personal. En definitiva, debemos elegir y recordar una contraseña que nos garantice de forma más efectiva la seguridad de nuestros contenidos y nos proteja de posibles usurpaciones.
¿Cómo me protejo?
Algunos consejos que podemos tener en cuenta para conseguir una mayor protección con nuestras contraseñas son:
- Longitud de las contraseñas: a mayor longitud más difícil será de reproducir y mayor seguridad ofrecerá.
- Validez de las contraseñas: se deben cambiar regularmente, dependiendo de la criticidad de los datos. Por ejemplo, en ANIMSA exigimos cada tres meses el cambio de las contraseñas de acceso al nuevo correo electrónico.
- Construir las contraseñas con una mezcla de caracteres alfabéticos (donde se combinen las mayúsculas y las minúsculas), dígitos e incluso caracteres especiales (@, ¡, +, &).
- Usar contraseñas diferenciadas en función del uso (por ejemplo no debe usarse la misma para una cuenta de correo que la usada para acceso a servicios bancarios).
- La contraseña de correo no debe contener el nombre de usuario ni los datos que aparecen en su dirección, o cualquier otra información personal fácil de averiguar (cumpleaños, nombres de hijos, cónyuges…). Tampoco una serie de letras dispuestas adyacentemente en el teclado (qwerty) o siguiendo un orden alfabético o numérico (123456, abcde, etc.).
- Deberían evitarse también las palabras existentes en algún idioma (por ejemplo “campo”). Uno de los ataques más conocidos para romper contraseñas es probar cada una de las palabras que figuran en un diccionario y/o palabras de uso común.
- Las contraseñas no se deben almacenar en un lugar público y al alcance de los demás (encima de la mesa escrita en papel, etc…).
- Un buen método para crear una contraseña sólida es pensar en una frase fácil de memorizar y acortarla aplicando alguna regla sencilla.
- Las contraseñas no deben ser compartidas en Internet (por correo electrónico). En especial se debe desconfiar de cualquier mensaje de correo electrónico en el que se solicite cualquier contraseña o se indique visitar un sitio Web para comprobarla.
Política de contraseñas en correo electrónico avanzado de ANIMSA
Como hemos comentado, el nuevo servicio de correo electrónico de ANIMSA requiere de una contraseña propia, diferente a la que utilizamos para las acceder a nuestro equipo, y que debe ajustarse a las siguientes normas:
- La caducidad de la contraseña es de 90 días. ¿Por qué se obliga a cambiarla? A pesar de que creamos tener una contraseña segura, puede que nos la descubran: nos la han podido ver teclear (por haber escrito la contraseña en el campo del usuario, por ejemplo, o haber sido capturada mediante programas de escucha).
- Debe tener una longitud mínima de 7 caracteres.
- No debe contener el nombre de usuario (dirección de correo), ni tan siquiera parcialmente.
- Debe contener 3 de las 4 categorías: letras mayúsculas, letras minúsculas, números, caracteres especiales o no alfabéticos.
- No debe ser similar a la contraseña anterior.
- Una vez al día desde los 15 días previos al cambio de contraseña recibiremos un mensaje recordatorio con las instrucciones oportunas para cambiarla.
Más información sobre las contraseñas:
- Wikipedia:http://es.wikipedia.org/wiki/Password
- Oficina de Seguridad del Internauta: https://www.osi.es/es/contrasenas
- Generador de contraseñas seguras: https://password.es/